Esta bellísima obra arquitectónica es reconocida como el Puente del Lago. No obstante, otro nombre que se le ha asignado es el del Puente gris. Conecta el Edificio K con el resto del campus. Fue inaugurado a principios del 2011. Como se puede apreciar, esta construcción posee un óvalo en su parte céntrica y hacia cada costado conecta con dos figuras semicirculares que se extienden para hacer contacto con cada una de las partes del campus que el puente une.  

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El diseño permite que a cada lado haya circulación, independiente de la que hay hacia cada extremo. Sin embargo, existen dos partes de la plataforma que se unen en el espacio comprendido entre el óvalo y las dos figuras semicéntricas externas. Este juego geométrico nos lleva a dejar volar la imaginación, situándonos en este contexto académico, y a asociar tales formas con los caminos que recorren separadamente las diferentes ciencias y disciplinas, aun cuando en diversos puntos se unan, para compartir y trabajar interdisciplinariamente para aportar a los diferentes saberes del conocimiento. 

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En cuanto a la parte superior del puente, nos permite desplazarnos, para alcanzar nuestro destino dentro del campus. Esta función la podemos asociar a nuestro recorrido para lograr un objetivo formativo. Por otra parte, en la parte inferior contamos con espacios equipados con mesas y sillas destinados al estudio, la socialización, la alimentación e incluso la creatividad.  Por ejemplo, se han desarrollado concursos de diseño de lanchas desde el área de Ingeniería, que se encuentra muy cerca. Además, se fomenta allí la diversión, debido a que se ha contado en varias oportunidades con la opción de disfrutar de la práctica de kayak. Estos últimos espacios, diferentes a la academia per se, complementan la parte académica en concordancia con la visión humanística de la Universidad de La Sabana.